Cualquier muñeco del Museo de Cera de Madrid tiene una imagen más real que el diseñador de modas Valentino.
Yo sé que a todas nos gusta ponernos morenitas en verano, lucir un color doradito (a mí no me entusiasma tomar el sol, la verdad) pero llegar a esto, supera los límites, ¿no os parece? Dudo incluso que este bronceado tan naranja sea por tomar el sol directamente, me inclino más a que se pasa las horas muertas que pienso que serán muchas dados los resultados, bajo las cabinas de Rayos Uva. Si además añadimos alguna cremita autobronceadora y unos pocos polvos de sol, llegaremos a este aspecto tan antinatural.
No hay que ser tan excesivos, un toque de sol no le queda mal a nadie, pero hay que recordar que el sol curte y envejece las pieles a la larga, así que precaución: Valentino, no es el ejemplo a seguir.
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