Seguramente que, en muchos momentos, has escuchado que determinado alimento o sustancia puede manchar ti piel, especialmente a la hora de tomar el sol. Y es que no solo es importante proteger la piel cuando vamos a la playa o a la piscina; también es fundamental vigilar qué producto nos hemos aplicado sobre ella antes de salir a la calle, sobre todo si nos lo hemos puesto en una zona expuesta al sol, o si vamos a ir directamente a la playa o a la piscina.
No hay duda, como te hemos comentado en varias ocasiones, que la protección solar es fundamental, a la hora de proteger nuestra piel de los rayos ultravioleta. De esta forma, con la debida fotoprotección, no solo evitamos quemaduras solares y otros problemas relacionados, sino que evitamos algo más importante: estamos reduciendo el riesgo de sufrir cáncer de piel.
El cáncer de piel es una enfermedad maligna que ocurre cuando las células presentes en la piel empiezan a multiplicarse de forma incontrolada, comenzando a formarse células malignas (cancerígenas) en los tejidos de la piel. De hecho, tanto el color de la piel como haber estado expuesto a la luz solar puede aumentar el riesgo de sufrir un cáncer de piel no melanoma (o melanoma).
Por tanto, la protección solar es fundamental, utilizando para ello un protector solar adecuado según nuestro tipo de piel. Y, además, aplicarlo debidamente por todo el cuerpo y cada cierto tiempo.
¿Qué productos y alimentos pueden manchar nuestra piel cuando tomamos el sol?
Aplicarte perfume antes de tomar el sol
Posiblemente no sea buena idea echarte perfume antes de ir a tomar el sol a la playa o a la piscina. ¿Qué sentido tendría? Pero podría ocurrir que nos encontremos en la calle, al aire libre, y luego nos surja el plan de ir un rato a la playa o a la piscina.
De ser así, los ingredientes del perfume pueden ocasionar una reacción fototóxica, lo que puede dar como resultado la producción de un exceso de melanina, y finalmente, manchar nuestra piel.
Muchos especialistas señalan que, este tipo de reacciones, suelen ser bastante parecidas a las que ocurre con las quemaduras solares. Por tanto, lo mejor es tratar de evitarlo, siempre.
Depilarte con cera y tomar el sol
Si vas a un centro estético profesional con el fin de depilarte el cuerpo es bastante probable que la profesional que te atiende ya te haya advertido de algo fundamental: no es adecuado tomar el sol después de haberte depilado con cera.
¿El motivo? Cada vez que te depilas es posible que el folículo piloso se irrite. A su vez, como consecuencia de la acción de los rayos ultravioleta, es posible que los melanocitos terminen generando una mayor cantidad de melanina, manchando la piel.
¿Lo mejor? Tratar de evitar tomar el sol al menos 3 días después de haberte depilado. O, al menos, hacerlo siempre con un bloqueador solar de 50 SPF. Repitiendo la aplicación del bloqueador cada dos horas como mínimo.
Depilarte con láser y tomar el sol
Efectivamente, en este caso ocurriría algo similar a lo que sucede cuando te depilas con cera: la depilación con láser y el sol no se tienden a llevar bien. ¿Sabes por qué? Porque el láser incide de forma directa sobre la producción de melanina, por lo que tenderá a ser más activa horas después de darte este tipo de depilación.
Aplicarte limón
Se sabe que el limón es un ingrediente natural que, aplicado sobre la piel, puede actuar de forma efectiva a la hora de aclarar algunas zonas, pero ojo, ya que también puede actuar como un irritante.
Es más, aplicado sobre la piel horas antes de salir a la calle puede mancharla, por lo que no se aconseja tomar el sol o salir al aire libre si te has aplicado limón sobre la piel, en especial si se trata de una zona expuesta.
Vitamina A y retinol
Aunque la vitamina A es fundamental a la hora de disfrutar de una piel saludable, cuando utilizamos algún tipo de producto cosmético que la contenga, puede causar todo lo contrario, manchando la piel al volverla más sensible.
Utilizar desodorante
Como ocurre con el perfume, el desodorante también puede manchar la piel cuando nos lo ponemos y, luego, vamos a tomar el sol a la playa o la piscina.
El motivo es que la gran mayoría de desodorantes que encontramos en el supermercado contienen una serie de agentes fotosensibles que, aunque la zona donde lo hayamos aplicado sea en realidad de difícil exposición solar, los rayos ultravioleta siempre pueden llegar a áreas complicadas. Por tanto, lo mejor es tratar de no usarlo.
