Hace muy poco salió al mercado el pintalabios Perfect Stay de Astor, y en cuanto a maquillaje es la novedad número uno debido a que, ¿quién no quiere un pintalabios permanente y encima tan original como es su formato boli? Es una mezcla totalmente líquida que asegura no resecar los labios, siendo como un gloss -especialmente gracias al bálsamo que incluye-. Mi compañera Rocío ya nos ha dado su opinión sobre este pintalabios, y he de admitir que tengo la misma opinión.
Para empezar, cuando por fin decidí llevarme uno a casa para comprobar por mí misma si la marca ofrecía lo que prometía, dudé entre varios pintalabios y me decanté por el 300 Nude Sweetness sencillamente porque prefiero maquillarme bastante los ojos y dejar los labios más desapercibidos. Me enamoré del color que tiene el 303 Unchanging Beige de L’Oréal Infallible, y tenía que encontrar un pintalabios de color similar pero que no tuviese los defectos imperdonables que tiene ese pintalabios (quien lo haya probado sabe de qué hablo. Se te resecan AL MÁXIMO los labios y el pintalabios se va quitando poco a poco, dejándote con una boca llena de.. pellejos. Es horrible).
Pues bien, aquí tenemos un pintalabios permanente, que no reseca tanto los labios… Perfecto. Pero en cuanto a lo de permanente, yo también lo dudo. Más bien me recuerda a un gloss que, si bien dura un poco más que un bálsamo normal, tampoco dura mucho más que eso.
Además, he leído que la fórmula (siendo como un bolígrafo) está hecha concretamente para quienes tienen dificultades a la hora de pintarse las labios, para facilitarle esta tarea. A mí sin embargo me cuesta más acostumbrarme a este método, y considero que los pintalabios normales y corrientes, de toda la vida, se ajustan perfectamente a los labios para que con pasarlos una vez los cubra por completo, sin tener esta extraña sensación de estar utilizando un bolígrafo y de no saber hasta dónde pintarte los labios.
Y un último detalle… Mi pintalabios pone nude. Estaré ciega… ¿o el resultado que he tenido es verdaderamente un nude?