Si bien la serie «Sexo en Nueva York» ha marcado un antes y un después en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, hoy analizamos el maquillaje de su protagonista, Sarah Jessica Parker; así como sus trucos de belleza.
A pesar de la combinación de colores que en muchas ocasiones veíamos en la serie de SENY, Sarah se caracteriza por llevar siempre los looks de maquillaje naturales con un toque de sofisticación, logrando así sacar el mayor partido a su rostro y a su belleza. Para conseguirlo, siempre busca la base de maquillaje que mejor vaya según el tono de su piel; algo imprescindible para conseguir un look natural.
Para acentuar la 
calidez impresionante de su piel, se aplica una suave capa de polvos que eliminan los posibles brillos que puedan surgir en cualquier momento. ¿Os habéiss fijado en el tono de colorete que lleva? Pues bien podría ser el tan famoso Orgasm de Nars que con su precioso tono melocotón rosado aporta ese buen aspecto que todas queremos tener a diario.
Para conseguir que el color de sus ojos siempre sean foco de atención de sus maquillajes, Sarah busca en sus looks que su mirada adquiera profundidad con ahumados muy suaves que no empañan, sino que consigue que el tono de sus ojos destaque. A pesar de que tiene unos ojos pequeños, consigue marcarlos de tal modo que es difícil no fijarse en ellos; usando siempre un buen eyeliner que le permita marcar su contorno y ampliar la forma de estos. No os olvidéis del rizado de 
pestañas y las dos buenas capas de rimmel para agrandar el ojo aún más.
Los labiales que usa, en la mayoría de los casos, son en mi tono preferido: el rosa palo. Un color que marca los labios pero que armoniza perfectamente con los ojos y el resto del maquillaje: tanto protagonismo tienen unos como los otros. Como ves, Sarah sabe lo que le favorece y por supuesto no se arriesga a llevar otra cosa que quizás no le quede tan bien como este tipo de maquillaje.
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